Semilas Transgénicas - Semillas Nativas
La semilla transgénica o "semilla mejorada"
altera el orden natural de la vida.
Abundancia de hoy: hambre para mañana?
Lo
que en los años 80's se conoció como "la Revolución Verde" no fue más
que una excusa por parte de las empresas en Estados Unidos para hacer
producir intensivamente la tierra y volverla dependiente de los
agroquímicos.
Empresas
como Bayer, Monsanto, Syngenta (que produce Gramoxone), entre otras,
también han se han ocupado por cambiar el pensamiento de los
agricultures del mundo, hasta el punto de obligarlos a comprar año con año las
semillas mejoradas; lo que en un inicio se vio como provechoso, años más
tarde nos ha mostrado el daño que hace. Este tipo de agricultura afecta a los suelos, a la salud, y el grado de contaminación en las fuentes de agua es alarmante. Además ocasiona la
disminución de empleos, al reducir el número de productores-productoras, al aumentar la cantidad de productos agrícolas que vienen del
extranjero.
Desde hace varias décadas las y los trabajadores agrícolas han experimentado enfermedades y cambios en su salud a causa de los químicos que se utilizan para la limpieza y abono de plantas (fertilizantes, herbicidas, plaguicidas, fungicidas). La experiencia de trabajo para las mujeres guatemaltecas en las bananeras también habla de infertilidad, contaminación e intoxicación.
En Centroamérica, según la Organización Panamericana de la Salud cada año se intoxican cerca de 400,000 personas por el uso de plaguicidas. En América Latina desde hace 20 años se había reportado ya cerca de 437,000 casos con distintos tipos de cáncer, a causa del uso de agroquímicos.
¿Por qué es necesario recuperar nuestras formas de producción campesina?
¿Qué podemos hacer para librarnos de la dependencia hacia los agroquímicos?
La producción orgánica de abono y alimentos es el tratamiento más confiable para la recuperación de suelos y para obtener una producción diversificada y saludable. Recuperar las formas de producción campesina significa alcanzar nuestra soberanía alimentaria, dar valor a la palabra y conocimientos de las abuelas y abuelos, defender nuestro territorio y todo lo que en él se encuentra de las amenzas del mercado, porque es nuestro hogar.
Jar ija'tz tz'u karnakan
chanam ja qa b'anikilaal
kixinaja re qatiit qa mama.
Jun sipaneem chike qiiy qa mam.
Qa kasb'a ruwach ja qa b'anikil Nojeel taq Junaal
Las semillas nativas son un legado cultural de nuestros ancestros,
herencia de nuestros nietos.
Viva nuestra cultura milenaria!
El cuidado con que las abuelas y los abuelos quitaban la tuza, desgranaban y clasificaban las semillas; el empeño con que la familia resembraba cada grano en la tierra húmeda, lograron que el maíz tomara las múltiples formas y colores que hoy tiene. Diversidad de mazorcas, diversidad de semillas. El maíz en su origen y desarrollo como cultivo, está ligado al hombre y la mujer y se fue constituyendo como base de nuestra alimentación y base del pensamiento cosmogónico de los pueblos indígenas.
La organización mundial Vía Campesina, en 2003 definió la Soberanía Alimentaria como el DERECHO de la gente, de los países, las uniones de estados, de definir su política agrícola y alimentaria. Esto incluye, entre otras cosas, prioridad a la producción agrícola local para alimentar a la gente, el derecho a tener acceso al agua, a conservar sus semillas criollas, a créditos públicos, acceso de los campesinos y campesinas -así como personas sin tierra- a la tierra, el derecho a producir sus propios alimentos, y el de los consumidores de decidir qué consumen; y cómo y quién lo produce. Asimismo, incluye el derecho de los países de protegerse de las importaciones agrícolas y de alimentos a precios demasiado bajos.
La soberanía alimentaria reconoce los derechos de las mujeres campesinas, quienen juegan un papel fundamental en la producción agrícola de alimentos.
Un país vive su soberanía cuando ningún otro país se entromete en las políticas internas, es decir, tienen soberanía los países que sabiendo entenderse como pueblos que lo habitan, construyen un Estado que busca el cumplimiento de sus derechos legal e históricamente reconocidos.
Denunciamos
"el modo de producciíon capitalista y sus expresiones de dominación como el agronegocio y la explotación minera, con su acaparamiento y reconcentración de tierras y agua, el desalojo y la criminalización de las organizaciones y las familias campesinas e indígenas, además de la sobre explotación de la fuerza de trabajo y los bienes de la naturaleza".
En el marco del II Encuentro Continental de Formadores en Agroecología, realizado en agosto del 2011, en Chimaltenango, Guatemala; unas 49 organizaciones de 20 países firmaron una declaración resaltando su compromiso en la construcción y defensa de la agroecología.
En ese encuentro se criticó el modelo productivo impuesto, basado en el monocultivo y la disminución de la biodiversidad, y que se caracteriza por: el uso de agrotóxicos, de transgénicos y por patentar el patrimonio cultural de los pueblos (las semillas, el conocimiento, las tecnologías y las prácticas).
NOTA
Fotografías tomadas en San Pedro la Laguna, Sololá.
